viernes, 1 de febrero de 2013

Las tentaciones


Las Tentaciones de San Antonio. 1591-94. Obra de Marten de Vos
Óleo sobre madera, 280 x 212 cm. 

Recordad aquellos días primeros, cuando, recién iluminados, soportasteis múltiples combates y sufrimientos: ya sea cuando os exponían públicamente a insultos y tormentos, ya cuando os hacíais solidarios de los que así eran tratados. Pues compartisteis el sufrimiento de los encarcelados, aceptasteis con alegría que os confiscaran los bienes, sabiendo que teníais bienes mejores, y permanentes. No renunciéis, pues, a vuestra valentía, que tendrá una gran recompensa. Os falta constancia para cumplir la voluntad de Dios y alcanzar la promesa. Un poquito de tiempo todavía, y el que viene llegará sin retraso; mi justo vivirá de fe, pero, si se arredra, le retiraré mi favor. Pero nosotros no somos gente que se arredra para su perdición, sino hombres de fe para salvar el alma.
Carta a los Hebreos 10, 32-39

Hoy repensando la carta a los hebreos y recordando la maravillosa escultura de ayer sobre el éxtasis místico no he podido dejar de pensar en este duro y arduo combate que está en la esencia misma de todo camino espiritual. Es cierto que la gracia de Dios se nos regala de manera insospechada, pero no es menos cierto que todos los grandes místicos han pasado por muchos sufrimientos, luchas y asperezas sin dejar de confiar nunca en el amor de su Señor, el que  también fue su consuelo y recompensa.  

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