lunes, 29 de julio de 2013

Juan de Flandes. Resurrección de Lázaro.


Resurrección de Lázaro. 1514. Juan de Flandes
Óleo sobre tabla. Medidas: 110 cm x 84 cm.
Museo del Prado. Madrid España.

Conmemoración de los santos Lázaro, hermano de santa Marta, a quien lloró el Señor al enterarse de que había muerto, y al que resucitó, y María, su hermana, la cual, mientras Marta se ocupaba inquieta y nerviosa en preparar todo lo necesario, ella, sentada a los pies del Señor, escuchaba sus palabras.

Éste es el anuncio que nos hace el Martirologio romano para este día. Se trata de una celebración propia de muchos monasterios, que celebran el recuerdo conjunto de aquellos amigos del Señor, que lo hospedaron varias veces en su casa de Betania.

Por este motivo, nos detenemos hoy en una tabla procedente de la Iglesia de San Lázaro de Palencia, pintada por Juan de Flandes a comienzos del siglo XVI: la resurrección de Lázaro. Se trata del último y admirable signo de Jesús, según el Evangelio de san Juan. Lázaro ha muerto, y tras varios días, acude el Señor al ruego de sus hermanas. Conmovido por el dolor, Jesús mantiene un intenso diálogo con María acerca de la resurrección y la vida. Por fin, ante el escepticismo de todos, Jesús manda abrir la tumba y llama a Lázaro, que resucita.

De acuerdo con el estilo de sus años finales en Palencia, el pintor flamenco aumenta el tamaño de las tres figuras principales, Cristo bendiciendo a Lázaro, que sale de la tumba apoyando su mano en la tapa del sepulcro y con los ojos transformados en perlas negras, y una de sus hermanas -Marta según el Evangelio de San Juan (11, 38-44)-, de rodillas, tendiendo los brazos hacia el. Al fondo sitúa el cementerio y la capilla, en ruinas.

Esta tabla de Juan de Flandes pertenecen al retablo mayor de la Iglesia de San Lázaro de Palencia, costeado por don Sancho de Castilla, antiguo preceptor del malogrado príncipe don Juan, heredero de los Reyes Católicos, y patrono de la iglesia desde 1508.

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