martes, 13 de agosto de 2013

Murillo. El Buen Pastor


El Buen Pastor.1660. Murillo
 Óleo sobre lienzo. Medidas: 123cm x 101cm.
Museo del Prado. Madrid. España

La representación que hizo Murillo del Buen Pastor nos puede resultar un tanto extraña: se trata de un niño, que están sentado junto a un corderillo. Murillo es un autor en el que no son extraños los personajes infantiles. Pero, en este caso, no es una pintura costumbrista sino una visión del Jesús, salvando a los hombres. Precisamente el Evangelio de hoy pone en relación a la infancia con el buen pastor: Jesús pide a sus discípulos que tienen que ser como niños para entrar en el Reino de Dios. De hecho, el buen pastor sale a buscar a la oveja perdida, de la misma manera que Dios sale a buscar a sus pequeñuelos que se han extraviado. Por lo tanto, la obra de Murillo nos muestra muy bien la ternura de nuestro Dios, que ha salido a buscarnos a nosotros, los pequeñuelos y desvalidos a causa de nuestros pecados.

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