lunes, 16 de febrero de 2015

Caín mata a Abel

Caín mata a Abel, XII. Anónimo
Mosaico
Catedral de Monreale (Sicilia)

Después dio a luz a Abel, el hermano. Abel era pastor de ovejas, mientras que Caín trabajaba en el campo. Pasado un tiempo, Caín ofreció al Señor dones de los frutos del campo, y Abel ofreció las primicias y la grasa de sus ovejas. El Señor se fijó en Abel y en su ofrenda, y no se fijó en Caín ni en su ofrenda, por lo cual Caín se enfureció y andaba abatido. 

El Señor dijo a Caín: «¿Por qué te enfureces y andas abatido? Cierto, si obraras bien, estarías animado; pero, si no obras bien, el pecado acecha a la puerta; y, aunque viene por ti, tú puedes dominarlo.» Caín dijo a su hermano Abel: «Vamos al campo.»  Y, cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. 

El relato de la muerte del justo Abel constituye el segundo hito pecaminoso en la historia de la humanidad. La envidia de Caín le conduce al asesinato de su hermano. El itinerario de la maldad sigue alejando al hombre del paraíso, y la libertad deja de ser un instrumento para elegir libremente el bien y se pervierte escogiendo el mal.

La escena está descrita en este magnífico mosaico de la Catedral de Monreal, en sicilia. Aparece Abel caído en el suelo, con una herida en la cabeza, mientras Caín se dispone a rematarlo

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