martes, 3 de marzo de 2015

Diego de la Cruz. Cristo de la Piedad

Cristo de la Piedad. 1485. Diego de la Cruz
Óleo sobre tabla. Medidas: 84 cm x 71 cm
Museo de Bellas Artes. Bilbao

Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

El Evangelio de este martes de Cuaresma nos invita a confiar en Cristo, como nuestro único maestro y modelo. Él se humilló, siendo Dios, aceptando la ignominia de la Cruz, y se convirtió en nuestro servidor. En palabras del Evangelio, se ha hecho para nosotros camino, verdad y vida.

Esta es, precisamente la cartela, que orla el retrato del Cristo de la Piedad de Diego de la Cruz, el más sobresaliente maestro del foco burgalés del último cuarto del siglo XV. Se trata de un Cristo resucitado, que nos muestra con la mano izquierda traspasada la herida del costado, mientras que la derecha está alzada en actitud de bendecir.

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